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jueves, 12 de julio de 2012

HALLAZGOS DEL DÍA

La caminata se presentaba sin grandes sorpresas, tal vez con la estampa, siempre agradable, de los barcos de pesca faenando, al fondo; de un principiante en la artes de dominar el medio acuático y el devenir de las olas de pleamar, sin viento, en plano corto, y nuestra increíble y siempre rubia arena, en primer plano.


Pero ésto sólo era el preludio de lo que estaba por venir (que no porvenir, que éste anda chungo). Una desembocadura de nuestros dos ríos, Jara y La Vega, repleta de vida, porque multitud de seres vivos abandonaban su natural timidez y se mostraban a los ojos curiosos y fascinados de los que por allí pasábamos.
Comienza el periplo, y el primer encuentro no era muy feliz, un pez pescado. 
Aunque suene redundante, era en un pez, porque seguía en su medio, más o menos, y estaba pescado porque tenía aún el aparejo asesino:
Pobre pez y pobre pescador, ninguno salió satisfecho y bien logrado. Y a mi comentarista anónimo le diré que a pesar del estupendo olor a pescado fresco, lo dejé tal cual, no me lo comí.
Seguimos la ruta y el o los ríos, aparecían repletos de pezqueñines, esta vez vivitos y coleando (Nunca mejor dicho). No muestro fotos porque habría que tener una gran agudeza visual para poder apreciarlos.
Hasta aquí nada de particular, o sí, pero...
También con gran vitalidad, andaba que daba gusto, os lo puedo asegurar, un vídeo lo atestigua.
¿Que tampoco es nada de particular?...
Pues vale, a ver ésto:
Que, ¿qué es ésto?, pues ya me gustaría a mí saberlo, hago un llamamiento a ese posible biólogo marino o lector que lo sepa, nos informe de su nombre y nos instruya un poco a los ignorantes en la materia...
Lo cierto es que en un principio cuando los vi, eran tres, casi embarrancados en la orilla, inmóviles y brillantes,  pensé que eran regalos de la mano amorosa del ser humano, pero resultó ser seres vivos regalos de nuestra Madre Naturaleza, ya que no se trataban de restos plásticos, sino de animales marinos desconocidos para mí, que en cuanto los coloqué en agua algo más profunda me obsequieron con su armonioso nado.
Si no lo crees mira y recréate, como en las profundidades marinas


6 comentarios:

Fundación Migres dijo...

Hola, bonita entrada Mª Carmen, tu última foto es una liebre de mar es un molusco que suele aparecer en aguas someras.
Saludos

M Carmen dijo...

Gracias Rafa. Hoy he visto otras tres ¿o las mismas?. Dos de ellas estaban en tierra aparentemente muertas, las eché al agua y al cabo de un rato comenzaron a nadar. Espero haber obrado bien pensando que les he salvado la vida, y no que he cambiado su ciclo.

Anónimo dijo...

Hola Mari carme, perdona pero me he reído de verdad. co tu pescado no te lo has comido, Hera bueno. su nombre es róbalo pequeño, es caro y esta buenísimo es el pescado que seda en esta parte unsa ludo

Anónimo dijo...

Es un molusco Opistobranquio, su nombre es Aplysia fasciata, conocido vulgarmente como liebre de mar negra. Ahora en verano es su época de puesta y por eso se acercan a la costa, se alimentan de algas. Si le han servido para
algo los cinco años de carrera dice mi hijo Hugo que es eso soy Pepi.

M Carmen dijo...

Gracias Pepi, ¿sabrá tu hijo por qué se quedan en tierra, parecen muerta y cuando se les mete en el agua parece que resucitan?

Anónimo dijo...

Hola Mari Carmen, he estado unos dias con mi nieto y he estado desconectada de todo, ahora no está aqui Hugo peromdescuida que cundo venga le pregunto y ya te digo.